martes, 28 de octubre de 2008

Una forma diferente de hacer cine



Allan Stewart Konigsberg. Tan polifacético como extraño, y tan apasionante como inteligente. Esas son las principales carcterísticas con las que se suele definir a este actor, director, guionista y músico neoyorquino de 72 años.

Por si todavía no les suena, les diré que hablo de Woody Allen.

Con varios premios Oscar a sus espaldas, unos cuantos Bafta, un Goya, un Globo de oro, y el Premio Príncipe de Asturias entre otros adornando su vitrina de trofeos, se dice que este hombre es uno de los directores de cine más respetados de la era moderna, y, desde luego, no podemos negar su influencia en el ámbito cinematográfico.

Sin embargo, como les ocurre a tantos otros genios, sus comienzos no fueron fáciles. Nacido en un frío 1 de diciembre de 1935 en el barrio de Brooklyn e intérprete de clarinete desde su infancia, siempre fue un joven entusiasmado con el cine. Ya a la edad de 17 años, confeccionaba chistes que enviaba a distintos periódicos, por lo que su pseudónimo ya comenzó a oírse en algunas agencias de publicidad. En 1953 ingresó en la Universidad de Nueva York, de donde salió un año después con unas notas pésimas, tras no haber acudido a la mayoría de las clases y de haber sacado de sus casillas a más de un profesor.

Trabajó en varios programas de televisión, pero su verdadera oportunidad llegó cuando, en una de sus actuaciones como humorista en el bar Blue Angel, se le ofreció participar en el guión y en la interpretación de la película What's new, Pussy Cat?.

Tras su primera película escrita y dirigida por él (Take the money and run), le fue más fácil encontrar productoras que financiasen sus películas, y en 1977 se consolidó como director de renombre con su película Annie Hall(ganadora de un Oscar). A partir de ese momento, despega su carrera de éxito como director, guionista y actor, que combina con sus actuaciones semanales en el Michael's Pub de Nueva York junto a su banda de jazz, The New Orleans Jazz Band.

Podemos decir que desde entonces, esta persona tan peculiar no ha parado de sorprender al público con sus películas, que tratan temas humanos, personales y profundos, pero adornados con ese matiz satírico y humorístico que lo caracteriza.

Entre sus películas “imprescindibles”, podríamos destacar Desmontando a Harry (Deconstructing Harry), en la que destaca su carácter agresivo, Melinda y Melinda, El Dormilón, Scoop o Match Point, todas ellas con una trama que mezcla lo real y lo surrealista, con un final casi siempre inesperado y que ahondan en los sentimientos humanos de una forma mordaz y cínica.


Su último trabajo, Vicky Cristina Barcelona, que cuenta con la presencia actores como Penélope Cruz, Javier Bardem o Scarlett Johansson, fue rodada íntegramente en España. Ha sido acogida muy favorablemente entre sus fans, que ven en la película al Allen de siempre, una vuelta a sus orígenes pero a la vez una cambio de perspectiva:

Allen realiza una aguda observación del comportamiento humano, y consigue equilibrar con elegancia el melodrama y la comedia. Vicky Cristina Barcelona genera el placer de estar viendo algo completamente diferente”. (revista Premiere).


Por todas sus películas, sus libros, su música, y sobre todo por su gran personalidad, podemos definirlo como un “genio”, uno de los grandes, de los que dejarán huella, y que sin duda ha sabido establecer como nadie la comunicación entre el cine y el espectador.




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